Martorell, España. 25,11, 1982

De sangre gallega y familia hortelana, desde niña está acostumbrada a pasearse por los bosques y mancharse con la tierra con la que siente gran afinidad. Pasó su infancia rodeada de libros, gatos y caminando descalza por el huerto de sus padres.
Con ocho años escribió su primer relato que ilustró torpemente y a ese sucedieron decenas de relatos, poemas y dibujos que aún guarda con cariño.
Con once años comienza a interesarse en el celtismo y puede dar por fin un nombre a todas sus creencias, a partir de entonces su vida y obras se ven claramente influenciadas.

Muchos son los autores y libros que la marcan en su adolescencia y van guiando su estilo en la escritura. Sobre todo las obras de su adorada y ya fallecida Tanith Lee, el ciclo Mythago de Robert Holdstock y un largo etcétera.